PER/SER: DINÁMICA GRUPAL DE TRABAJO DE LA PERSONALIDAD A TRAVÉS DE LA ESPIRITUALIDAD
En qué consiste: se trata de un espacio de integración entre lo material y lo espiritual, incluyendo todas las esferas del ser humano. Desde lo material reflexionaremos sobre el origen y comportamiento de sensaciones, emociones, pensamientos y conductas, conociéndonos para entendernos y a partir de allí encarar un proceso de movimiento hacia el cambio. Para potenciarlo y subordinarlo a nuestro yo-esencia, desde la espiritualidad abarcaremos todas las perspectivas que recorre el estudio de La Llave Psi, la metafísica en su versión esotérica cristiana, el hermetismo, la teosofía, el cuarto camino de Gurdieff y sus eneagramas de la personalidad, la psicología profunda de Jung y sus arquetipos, el mindfulness y la teoría sintérgica de Grinberg. Todo ello entretejido por un trabajo riguroso de la personalidad, el ego, identificando pensamientos, emociones y sensaciones que insisten inconscientemente en nuestra historia en forma de síntomas, enfermedades, vínculos tóxicos, trastornos, etc.
La temática a trabajar surgirá encuentro a encuentro de los miembros del grupo, intercambiando roles, pareceres y aprendizajes. La dinámica grupal potenciará y visibilizará las sombras inconscientes, siendo un potenciador de todo trabajo. “Allí donde haya dos o más reunidos en mi nombre, allí estaré”. El grupo maximiza el proceso. Y al tratarse de una terapia, es necesario que decante el proceso, por eso se requiere un compromiso continuo y persistente de trabajo, que es lo que llevará al resultado. Esto exige un auto-compromiso, y hacia el grupo.
A diferencia de los cursos, el trabajo grupal exige el involucramiento personal. Cuanto más, mejor para el sujeto y el grupo, ya que se alimentará de ese animarse a la verdad para iluminar la sombra invididual y grupal, que conformará el patrón de ese grupo (lo que todos sus individuos conformen como karma colectivo). A diferencia de un grupo de reflexión, abierto a la rotación de sus miembros, un grupo terapéutico demanda la continuidad comprometida de los mismos, por lo que no será lo mismo abrirse ante un desconocido que frente a un otro que nos empieza a resultar familiar y que por algo está allí (como espejo). Por ende, una terapia de grupo demandará atreverse ante esa mirada constante del otro, donde nos encontramos a nosotros. Y con ello, correrse de juicios, expectativas, miedos, bloqueos; lo cual ya es un gran avance hacia la transformación.
Además de una propuesta de reflexión psicológica saliendo del pensamiento binario (aceptación y comprensión), es una invitación del SABER hacia el SER, y para lograrlo emplearemos diferentes técnicas de proyección, trabajo con la sombra, sueños, relajación, meditación y repetición consciente para modificar las repeticiones inconscientes que nos hacen daño. Esto llevará hacia un estado de consciencia diferente en el que practicaremos el manejo de la intuición y un estado de constante atención plena, de observación del sí mismo.
Modalidad: desidentificación de nuestros yoes inferiores de la personalidad, mediante un persistente trabajo de auto-observación y técnicas varias. Tomando al “otro” como espejo de nuestra sombra, trabajaremos aquellos aspectos de la personalidad que el grupo manifieste. La idea de este grupo es valernos de ciertas técnicas o conocimientos psicológicos y espirituales ya conocidos o nuevos a ser empleados para la integración y el crecimiento de la personalidad, apuntando al ejercicio de una mentalidad discernitiva, crítica, libre, coherente y congruente; sin caer en los peligros del fanatismo, la adoración, la ceguera, el delirio, etc.
Propongo una integración hacia una espiritualidad seriamente trabajada y comprometida, a la par de una personalidad que la acompañe y al mismo tiempo le sirva de límite y viceversa, porque entiendo que la espiritualidad suelta, sin regulación, puede acabar en delirio, y asimismo la personalidad suelta, sin regulación, puede acabar en excesivo materialismo (ateísmo, superficialismo, egoísmo…).
La personalidad seriamente trabajada y comprometida, desde un meticuloso trabajo interior y exterior de autonococimiento, llega a una instancia de su evolución que necesita ir hacia un más allá donde la dinámica del deseo se agota y ya no satisface, porque tiene que ver con la trascendencia: con el sentido, el propósito de las cosas, con nuestro lugar en este mundo. Y paradójicamente donde se abre un camino donde ya el ego no reina, aun así está dispuesto a dar ese salto.
Para estos trabajos nos valdremos de distintas técnicas como análisis e introspección profunda, identificación de distorsiones de pensamiento, cómo decidimos, dibujos proyectivos interpretados, afirmaciones y alquimias mentales transformadoras personalizadas, equilibrio de chakras, meditaciones en múltiples formatos, reconocimiento e integración con la sombra, árbol genealógico, biodescodificación, trabajos con emociones, comunicación, límites, etc. Para todos ellos se acompañará un cuadernillo de ejercicios.
Por la magnitud e idiosincrasia del trabajo, será un grupo cerrado una vez conformado, requiriendo por tal el compromiso hacia uno mismo, el grupo y el servicio consciente al plano.
Puede ser en forma presencial o virtual, con algunos encuentros presenciales opcionales a convenir por el grupo. La duración del grupo la marcará el propio ritmo y trabajo del mismo, no habiendo estructuración rígida previa de ningún tipo. Cada grupo será único, como cada uno de sus miembros.
