AUTOCONOCIMIENTO
Conocerse a uno mismo debiera ser la premisa máxima de toda terapia. Porque a partir de saber quiénes somos, con nuestras luces y sombras, es lo que nos permitirá ser verdaderamente auténticos.
El famoso dicho de “primero se empieza por casa” no alude a un mero cliché. Es justamente el camino más difícil y requiere de mucho valor, porque a nadie le gusta reconocer sus propias oscuridades. El hombre se ha vuelto un animal experto en evadirse de sí mismo, en negar y así se condena a repetir.
¿Cuántas veces no nos ha sucedido que pensamos algo, pero sentimos diferente y actuamos todavía más diferente? Vivimos borrando con el codo lo que escribimos con la mano. Y luego proyectamos en el otro que nadie nos entiende. Si lo analizamos de esta forma, es una lógica tan matemáticamente precisa que no cabe otra posibilidad. Nos volvemos “oscuros” por lo poco transparentes, claros, contradictorios. No resistimos archivo como el peor de los más cínicos políticos.
Nos ponemos en guerra contra el inconsciente que desea una cosa, pero en su lugar escuchamos y obedecemos al deber ser, mandatos, patrones; lo que un otro espera de nosotros, sea este padre, madre, jefe, pareja, el mundo. No importa. Cualquiera menos nosotros.
Y en esto sintonizan muy bien algunas filosofías new age del tipo “negá la oscuridad, sos otra cosa”. Cuando con ello lo único que hacemos es acrecentarla aún más. La trascendencia no es una magia insulsa que nos haga creer que podremos borrar las oscuridades simplemente sacándoles la atención. Es justamente al revés: mirándola de frente, entendiendo qué tiene para enseñarnos.
Aceptar el error es el primer paso del cambio. Y a partir de allí la laboriosa tarea de la transformación, de la alquimia, que es la única y verdadera magia. Pero es una magia que requiere de nosotros, de nuestro trabajo y la consistencia, que es lo provocará el cambio del “programa” original y el acceso del nuevo. La clave es la esforzada persistencia del caminante. La gota que va horadando la piedra, no la maratón del corredor de un sólo día.
Como las viejas vasijas de nuestros esquemas y creencias deben ser vaciados y vueltos a llenar con nueva información, estamos hechos de arquetipos, que son las matrices ancestrales colectivas humanas que ocupan esos recipientes. Todos estamos conectados por ellos independientemente de tiempo y cultura, nos han precedido y siempre estuvieron allí. Dieron forma y origen a nuestra matriz simbólica.
Por ende, todos somos a la vez luz y sombra, hombre y mujer, héroe y villano. Opuestos, polaridades que en sus extremos se tocan y forman la serpiente que muerde su propia cola. Y en la medida en que no veamos el ying en el yang y viceversa, ese será nuestro destino: como la rata que corre en esa rueda imaginaria de la vida sin llegar nunca a ningún destino, pero con pánico de bajarse porque “tiene que seguir”. Como la interminable rueda de reencarnaciones, de historias repetidas. Y siempre la culpa siendo del otro.
Entonces se trata de empezar a mirarse, como la imagen del espejo donde empezamos a mirarnos completos. Y a integrar esos opuestos para llegar a un medio, a un equilibrio que nos permita volvernos personas más congruentes, trascender los extremos y así lograr paz interna. Lograremos así estar tranquilos con nuestra consciencia, en el sentido de no buscar contentar a nadie más que a nuestro deseo más profundo y espiritual, sin buscar máscaras para ganarnos la validación ajena. Encontrando el SER propio, aquello que nos hace únicos e irrepetibles y nuestra razón de ser en este mundo.
El verdadero empoderamiento, que es desde adentro. Así, nos rodearemos de otros que nos amen por cómo realmente somos, y sólo así seremos verdaderamente coherentes entre pensar, sentir, decir y actuar. Esa es la única y verdadera libertad: “la verdad os hará libres”, decía Jesús. Porque nos libera de ese deseo del otro que nos llena de disfraces y contrasentidos.
“Conócete a ti mismo y conocerás el mundo”.
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TERAPIA DE ACEPTACIÓN Y COMPROMISO
La terapia de Aceptación y Compromiso (ACT, por sus siglas en inglés, que significan actuar), apunta a la creación de una vida significativa para el consultante aun a pesar del dolor que pudiera venir asociado a ella. Es un modelo que cuenta con validación científica y que se nutre de herramientas como intervenciones paradojales, experimentos, metáforas, valores personales y el mindfulness (aceptación plena). Tiene sus raíces en la Teoría del Marco Relacional (RFT), por lo que se encuadra en una nueva teoría del lenguaje y la cognición.
Entendemos en este sentido que si bien podemos transformar el lenguaje, es necesario trabajar con sus significados y sus relaciones o asociaciones para fomentar el cambio y además el autoconocimiento.
Dentro de este reencuadre de significados, valores y creencias, se trata asimismo de empezar a considerar el padecimiento como parte de la vida, desdramatizando el sufrimiento y procurando acciones efectivas conscientes y comprometidas.
Principios:
1. Aceptación: implica reconocer la experiencia a través del cuerpo, las emociones y los pensamientos. Tratarnos con compasión a pesar de nuestros defectos, buscando integrarlos y transformarlos en lugar de huir o suprimirlos.
2. Defusión cognitiva: observar y soltar nuestros pensamientos sin juicio, para tomar una perspectiva más amplia y amorosa.
3. Experiencia presente: aquí y ahora es lo único que realmente tenemos e importa. El pasado no podemos cambiarlo (por ende mejor no quedar atrapados allí) y el futuro depende de ahora, por ello mejor ocuparnos en vez de preocuparnos.
4. El “Yo observador”: desdoblarnos para poder observarnos como si fuéramos otro que nos mira, para evitar el juicio y salir del problema.
5. Claridad de valores: La ACT demanda un trabajo de autoconocimiento y una absoluta honestidad -solo para valientes comprometidos- que nos lleva a repensar y definir nuestros valores y sentimientos más profundos. ¿Qué es lo verdaderamente valioso para nosotros? ¿Dónde queremos estar o ir en realidad?
6. Acción comprometida: Obedecer sólo a nuestro deseo más íntimo, nuestros valores y no a los mandatos externos. Empezar a ejercer acciones significativas para nosotros mismos.
ANÁLISIS TRANSACCIONAL
Dentro del mismo marco relacional, el análisis transaccional es un sistema de psicoterapia individual y social dentro de la psicología humanista. Se llama así porque se emplean transacciones a nivel psicológico entre los diversos estados del yo (padre, adulto o niño). El objetivo es explicar las interacciones entre las personas hacia el logro de una personalidad integradora a partir de reconocer y cambiar el guión de vida establecido desde la infancia.
MALTRATO, ABUSO Y TRASTORNOS DE LA CONDUCTA ALIMENTARIA
Existe suficiente evidencia empírica que prueba la relación entre el maltrato infantil precoz (dentro del cual se incluye el abuso sexual) como una de las múltiples causas de los trastornos de alimentación en niños, adolescentes y, por supuesto, adultos.
Esta mirada es particularmente coherente con uno de los miembros del staff, que lo ha marcado y atravesado a lo largo de su propia vida, y quien se ha sometido a una cirugía bariátrica para recuperar el cuerpo, y conocerse a sí mismo y superarse desde la psicología, entre otras múltiples disciplinas, para transformar emociones, mente y espíritu.
Podemos acompañarte a superar una marca que no puede borrarse, pero sí resignificarse.
PSICOLOGÍA HUMANISTA Y EXISTENCIAL
La psicología humanista se destaca por considerar al ser humano como un todo y que las causales de su salud y bienestar son múltiples, no privilegiando ninguna de ellas sobre las demás: cuerpo, emociones, cognición y espíritu; todas puestas en relación para el desarrollo personal, el autoconocimiento y la autorrealización.
“Me doy cuenta que si fuera estable, prudente y estático viviría en la muerte. Por consiguiente, acepto la confusión, la incertidumbre, el miedo y los altibajos emocionales, porque ese es el precio que estoy dispuesto a pagar por una vida fluida, perpleja y excitante”.
Carl Rogers
Uno de sus aspectos más diferenciadores respecto al paradigma médico ortodoxo (binarismo salud-enfermedad) es su apuesta por una visión más holística y menos centrada en lo patológico, en el pasado o en el contexto para desplegar las potencialidades de cada sujeto. Este tipo de terapia presupone que cada individuo puede motivarse naturalmente hacia la autorrealización de sus metas y encontrar los medios para transformarse o iluminarse. El enfoque es multidimensional, donde la parte se retroalimenta del todo y viceversa.
Raíces
Sus raíces se encuentran a su vez dentro de la fenomenología (no podemos conocer la realidad en sí, pero no por ello deja de ser importante lo que percibimos de ella, aunque no sea “objetiva”) y la corriente filosófica del existencialismo europeo, con figuras destacadas como:
Jean Paul Sartre: “El hombre nace libre, responsable y sin excusas”.
Jean Jacques Rousseau: “El hombre es bueno por naturaleza, es la sociedad la que lo corrompe”.
Erich Fromm: “Si soy lo que tengo y lo que tengo lo pierdo, entonces ¿Quién soy?”
Viktor Frankl: “El hombre se autorrealiza en la misma medida en que se compromete al cumplimiento del sentido de su vida”.
Todos ellos coinciden en un ser humano que debe aspirar a la libertad, a su sentido, a aprender a lidiar con sus emociones y ser responsables de sus vidas, a encontrar cada quien su propio camino, su verdad y su deseo si agregamos los innegables aportes del psicoanálisis.
Entre los muchos y relevantes psicólogos humanistas, Carl Rogers se destacó por considerar “clientes” en lugar de “pacientes” a sus consultantes, todo un posicionamiento frente al paradigma salud-enfermedad. En este sentido se desligó de toda técnica directiva, facilitando un acercamiento (rompiendo también con el binarismo dueño del saber-neófito) y facilitando la exploración del individuo de sus propios recursos para desarrollarse. El terapeuta cumple la función de mero guía ya que confía en la tendencia actualizante hacia la autosuperación, lo que a consideración de esta escuela está presente intrínsecamente en todo organismo vivo: una voluntad innata hacia el crecimiento.
ENFOQUE HOLOGRAMÁTICO
Hologramática proviene de holos, que significa todo, y gramática, que es la rama del lenguaje que se especializa en el análisis de las partes de la lengua. O sea que se trata de la conjunción del todo y la parte.
Si bien abrazamos los principales paradigmas y escuelas psicológicas (cognitiva conductual, psicoanalítica, junguiana, humanista, sistémica y transpersonal), nuestro enfoque podría definirse acertadamente como hologramático, que deriva directamente del pensamiento complejo de Edgar Morin.
En este sentido, la búsqueda de la verdad es la máxima aspiración de todo ser humano. Desde los principios de la filosofía, la verdad nos permite acercarnos al concepto de Bien y por tanto al Bien Común. Y en ese desandar la falta de coherencia absoluta, como la coherencia absoluta son enemigos de este proceso. El primero nos conduce al sinsentido. El segundo es una quimera. Así como enfatizamos dejar de lado los binarismos y opuestos, aquí también se trata de un equilibrado balance entre limitaciones y potencialidades. Y para este fin el autoconocimiento y el pensamiento crítico son esenciales.
Ante una realidad cada vez más compleja y dinámica, Morin propone una serie de principios que nos permitan desarrollar una forma de pensar adecuada. Estos son:
Principio Dialógico. Como lo afirmado sobre la trascendencia de los opuestos en contradicción, consiste en asociar dinámicamente factores que son en apariencia irreconciliables (dejar a un lado los absolutismos blanco/negro, hombre/mujer, capitalista/comunista, bueno/malo, etc.).
Principio de Recursividad. Este principio, también llamado retroalimentación o feedback, rompe con la idea lineal causa-efecto porque todo efecto vuelve sobre su causa en un ciclo permanente, de manera que este se puede convertir en causa segunda de otros efectos y causa recursiva que modifica la propia causa que lo ha producido. Desde el punto de vista sistémico se pueden dar dos tipos de ciclos o bucles. Unos, llamados «negativos», que tienden a colapsar al sistema. Por ejemplo, un ecosistema donde una especie crece en exceso y al hacerlo agota sus recursos llevándola a su extinción. Por otro lado están los bucles «positivos» donde el efecto refuerza la causa permitiendo un desarrollo exponencial del sistema.
Principio Hologramático. La parte está en el todo, cosa evidente, y el todo está en la parte, cosa mucho menos evidente. Por ejemplo, una simple célula (parte) de un organismo (todo) contiene toda la información esencial del mismo de tal forma que podemos conocer todo el organismo en lo fundamental conocida la célula. El Principio hologramático nos permite conocer el todo por el conocimiento de las partes y, simultáneamente y complementariamente, podemos conocer las partes por el conocimiento del todo. Este principio es un antídoto contra los reduccionismos individualistas que niegan absurdamente el todo y también contra los reduccionismos holísticos que niegan la importancia de la parte frente al todo.
En definitiva, aspiramos a superar cualquier clase de reduccionismo, abranzando para ello una concepción del ser como entidad biopsicosocial y espiritual sin límites de espacio ni tiempo, múltiple en todos sus sentidos.
PORQUE SOMOS UN TODO DENTRO DE UN TODO MAYOR.
NARRATIVA
La narrativa es un tipo de terapia sistémica que permite escribir una nueva historia de vida a partir de la forma en que la narramos. Permite conocer cómo se ha desplegado nuestro guion de vida, quién fue el director (lo más probable es que ni siquiera hayamos sido nosotros) y empezar a construir juntos un nuevo argumento, el que nosotros queremos. ¿Para qué sirve? A través del profundo poder sanador y transformador de la palabra, podemos darles un nuevo significado emocional a las vivencias dolorosas del pasado y empezar a escribir hoy el futuro que queremos.
¿Te animas a reescribir tu pasado y empezar a escribir tu futuro? Lo que está escrito, tiene fuerza de ley. ¿Quiénes pueden hacerla? Todos, ya que a través de la narrativa podrán experimentar comprensión sin complicadas interpretaciones o elucubraciones mentales, y notar cambios inmediatos porque el trabajo deconstructivo y constructivo a través de la escritura permite encontrar automáticamente significantes inconscientes que de otra manera llevarían meses o años.
El lenguaje crea significado, por eso la importancia de la palabra, y si está escrita mucho más aún, ya que esto queda sellado como documento, como un mandato que deberá cumplirse. Asimismo, la renarración constante facilita el armado de nuevos significantes, lo que de una forma indirecta, no invasiva ni directiva, sin señalamientos, lleva al narrador a cuestionarse a sí mismo, darse cuenta y cambiar.
Es sumergirse en la terapia profunda desde la misma práctica, viviéndola y no intelectualizándola. No hay teoría, la escritura es el medio, el cómo, y a partir del material desplegado, veremos en conjunto con el narrador aquellas puntualizaciones que quiera cambiar o crear para echar manos a la obra. Su obra de vida.
Siempre desde el presente, renarrando el pasado y escribiendo el futuro. En cada sesión advendrá un tema concreto a trabajar (para forzar la introspección) formulado en el sentido de arquetipos o matrices- base, prácticamente universales a todos, estos podrán variar en función de las historias de los narradores.
¿Por qué el agregado del dibujo como terapia?
El arte en general, y el dibujo en particular, acompañando la narrativa, nos permite acceder a información inconsciente de una manera que no puede disfrazarse ni acomodarse como podría suceder a través de la palabra cuando es excesivamente racionalizada. Esto, como las ilustraciones que sostienen el argumento de un libro, permitirá una nueva creación artística (que podrá ser concordante o discordante a lo escrito y sobre ello se trabajará) a partir de darle forma con imagen a la palabra hecha verbo-acto y fecundar así un nuevo esbozo de nuestro ser en el mundo.
PSICOLOGÍA ANALÍTICA O PROFUNDA
La psicología analítica de Carl Jung
La así llamada psicología analítica es la obra del psicólogo y psiquiatra suizo Carl Gustav Jung, también conocida como psicología de los complejos, surge oficialmente en 1913 como una ampliación del psicoanálisis, por lo que se la considera tanto una escuela de psicoanálisis como una tendencia de la psicología profunda, término usado para caracterizar a toda psicología que afirma la existencia de una psiquis inconsciente. Este tipo de psicología se diferencia de la freudiana en la concepción de un inconsciente no sólo personal, individual, sino colectivo, que nos une a todos como especie. De esta forma, el Yo consciente no sólo debe lidiar con los contenidos del inconsciente, que Jung denomina complejos y que dan sustancia a lo que él llamó sombra, sino con todo lo transpersonal que habita en nuestro interior, a lo que llamó arquetipos. Y esta relación entre ese Yo y el inconsciente colectivo representa el proceso de individuación o autorrealización. En pos de ello, nos habla de articular nuestros opuestos psíquicos que se presentan en forma de oposición, desde dos grandes sistemas: individual/colectivo y consciente/inconsciente. De estos se desprenden todos los grandes antagonismos binarios: externo/interno, antes/después, sí/no o cualquiera de los que la consciencia considere para configurar una realidad desde lo Real (distingo aquí entre real percibido y Real en sentido lacaniano, aquello último para lo que no hay palabras, queda por fuera de lo simbólico y lo imaginario, como la muerte).
La psicología junguiana apunta al despliegue de lo que él llamó el self o sí mismo, una suerte de individualidad psíquica que simboliza la integración de todos los opuestos y alcanzar el verdadero conocerse a sí mismo.
Cuando Jung apela a términos tomados de la magia esotérica como la alquimia o el “unus mundus” (un solo mundo, del que todo subyace y al que todo retorna) o en cuanto a las sincronicidades (dos fenómenos sin aparente relación lo hacen), apunta al recorrido o viaje del héroe (uno de los arquetipos) que debe realizar el alma para conocerse, diferenciarse, transformarse e integrarse. Tal el verdadero sentido de la alquimia. Transformación psicológica y espiritual.
Diferencias fundamentales entre Freud Y Jung
En términos junguianos, podríamos decir que en él primaba la intuición como función dominante, y en Freud la sensación. Podemos tomar sus diferencias no como contradictorias sino más bien complementarias; a mi entender Jung continuó y amplió un camino que Freud no se animó o no quiso recorrer. Podemos tomar sus teorías como ejemplos de dos tipos de personalidad diferentes, ambas condicionadas por perspectivas unilaterales.
Básicamente las dos diferencias principales es la ampliación del campo del inconsciente personal freudiano al colectivo junguiano, y la consideración de la libido como energía no solamente sexual sino neutra, siendo la sexualidad una de sus probables manifestaciones pero no la única.
Asimismo, Jung consideraba que no debía derivarse lo normal de lo patológico si no a la inversa: comprender al enfermo a partir del sano. En este mismo sentido, se oponía a la estigmatización, considerando cada caso único, y que el inconsciente no era solamente fuente de lo reprimido (con un tinte claramente negativo) sino también vasija de creatividad que podía emerger a la consciencia bajo formas de renovación y transformación.
Otro aspecto clave, quizá el más, es que Freud se limitó exclusivamente al método científico basado en la racionalidad, en tanto Jung retomó las raíces de la psicología originaria y le aportó sus influencias y estudios orientales y simbólicos para ir más allá; consideraba el excesivo cientificismo como una forma de negar la validez de todos los fenómenos no susceptibles de investigación científica. Siempre mantuvo una mente abierta para llegar al estudio profundo del ser humano en todas sus dimensiones. Mientras Freud enfatizaba en el principio de causalidad (causa-efecto en forma lineal), Jung lo hacía con el principio finalista y teleológico (todas las actividades de la psique están dirigidas hacia una finalidad). Preguntarnos no solamente por las causas de los fenómenos psíquicos, sino complementar esta mirada con el interrogante sobre el propósito que persiguen.
En resumen, este tipo de enfoque apunta a no sólo una modificación de pautas de conducta o síntomas, sino a conocer la raíz de los conflictos para integrarlos y transformarlos. Para Jung, nuestra psiquis funciona como un sistema autorregulado que se esfuerza para sostener el equilibrio entre tendencias opuestas que provocan tensión, y que, al resolverse, generan un desarrollo en el sujeto. Cuando adoptamos una polaridad, la otra pasa al terreno de la sombra revelándose en sueños o fantasías para intentar corregir dicho desajuste.
Frases célebres de Carl Jung
El zapato que le ajusta a un hombre le aprieta a otro; no hay receta para la vida que funcione en todos los casos.
La vida no vivida es una enfermedad de la que se puede morir.
Muéstreme un ser humano sano y yo lo curaré para usted.
Uno no se ilumina imaginando figuras de luz sino haciendo consciente la oscuridad.
Aquello a lo que te resistes, persiste.
El privilegio de una vida es convertirse en quien realmente eres.
No podemos cambiar nada sin antes comprender. La condena no libera, oprime.
El conocimiento descansa no solo sobre la verdad sino también sobre el error.
Donde existe el amor no hay deseo de poder y donde predomina el poder el amor es escaso. Uno es la sombra del otro.
El encuentro de dos personas es como el contacto de dos sustancias químicas: si hay alguna reacción, ambas se transforman.
PERSPECTIVA DE GÉNERO
Como nos definimos múltiples e integrativos, no podíamos corrernos de un enfoque terapéutico que abrazara la diversidad, incluyendo por supuesto la perspectiva de género en todas sus manifestaciones.
Entendemos al sujeto como no binario sino multidimensional, decantando ello en su manifestación de género, sexual, social, etc.
Defendemos la igualdad y el respeto a toda opción diferente de vida, empoderando y ofreciendo una luz de contención y ayuda especialmente a las minorías no visibilizadas, negadas y sometidas.
Ofrecemos acompañamiento y grupos de reflexión para familiares y amigos, además claro está de sesiones privadas para quienes se animen a empezar a recorrer un camino de vida diferente, y por sobre todas las cosas, más humanitario.