REGRESIONES
Este término ha sido formulado originalmente por Sigmund Freud, padre del psicoanálisis, para designar aquel mecanismo de defensa que consiste en un retorno del yo hacia un estadio anterior del desarrollo. Ejemplos típicos son el niño que vuelve a mojar la cama después de un evento que rompe el equilibrio, como la llegada de un hermano, un divorcio o quien no puede dejar de comer, fumar o beber cuando algo le produce ansiedad. Se trata de la búsqueda de un consuelo, evocando de forma inconsciente esos momentos vitales (normalmente de la infancia) en el que otra persona resolvía los problemas, acompañaba y aportaba seguridad.
Desde una perspectiva más amplia, espiritual y no ceñida al mecanismo defensivo psicoanálitico, la regresión se trata de revivir experiencias pasadas, pero que no tienen que ver con el recordar, ya que muchos confunden ambos términos. Se trata de volver a sentir, y para ello se realiza una relajación profunda en donde resurge con todos nuestros sentidos aquello que estaba olvidado. Freud decía que “allì donde hay un síntoma, hay amnesia; donde hay olvido hay un recuerdo desalojado”.
El objeto central de esta terapia es por ende resolver el trauma o conflicto que està afectando en el presente del individuo, limitándolo en todas sus áreas. Para esto el sujeto es conducido a través de la meditación o relajación profunda hasta el subconsciente para poder llegar a la raíz del problema, desbloqueando la carga de afecto emocional con la que se ha establecido ese nudo y liberando asì el fluir de esa energía que se transforma en un cambio de consciencia, y en consecuencia, en un cambio de conducta. La persona experimentará un estado alterado de su consciencia que le permitirá revivir eventos profundamente ocultos en su mente para transformar la emoción que provoca ese recuerdo reprimido.
¿Para qué se hacen?
La terapia regresiva o las llamadas «regresiones» son muy útiles para tratar problemas como fobias, traumas, represiones, adicciones y bloqueos relacionados a la sexualidad y la dependencia.
Además, se pueden superar adicciones ligadas a las emociones como las angustias orales (tabaquismo, alcohol trastornos de alimentación) así como descubrir y potenciar talentos o dones ocultos (de manera que no sòlo es para trabajar aspectos indeseados, sino también para maximizar otros deseables). Y por supuesto todo esto repercutirá en el autoconocimiento, en la inteligencia de las emociones para aprender a lidiar con miedos, angustias, cambios, adaptaciones, mal humor, enojos, gestos, etc.
¿Cómo funcionan?
Un punto muy importante es que no cualquiera puede hacer una regresión. Se está trabajando con el inconsciente de una persona y este debe ser tratado no sólo con profundo conocimiento y experiencia si no con sumo respeto y cuidado. No está de más por esto remarcar que debe ser un psicoterapeuta profesional quien lo aplique, formado tanto en herramientas psicológicas como debidamente trabajadas su propia personalidad y espiritualidad.
La forma en las que las realizamos en nuestro centro terapéutico La Llave Psi es absolutamente consciente, es decir la persona en ningún momento es inducida a nada ni se le implanta ninguna información en su inconsciente. Apuntamos a que sea el propio indiiduo quien realice el camino y encuentre los recursos para su autosanaciòn, donde el terapeuta es simplemente un medio, un nexo para llegar a dicho proceso. Orientará y facilitará elementos para llegar a ese fin, pero de ninguna manera hará el trabajo por el sujeto.
Otro aspecto relevante a destacar es que su uso debe limitarse únicamente a aquellos asuntos que no han podido resolverse desde un abordaje de pensamientos, emociones y conductas convencional, como ser lagunas de memoria o espacios en blanco donde pueda anidar un trauma (abusos o experiencias muy dolorosas que por preservación la mente ha “borrado” de la consciencia) o fobias y temores que resultan absolutamente irracionales y disfuncionales para la persona, que le estén generando amplias limitaciones en su vida cotidiana y que ameriten una resolución urgente.
No tienen sentido las regresiones para curiosear vidas pasadas o hacer turismo espiritual, ya que pueden exponer al sujeto a experiencias movilizadoras para las que no está preparado. Es recomendable también dejar un espacio de tiempo prudencial antes de repetirla, al menos un mes para que todo se acomode.
Por todos estos motivos, la terapia regresiva no está recomendada para todos. De hecho, está desaconsejada en aquellas personas con patologías caracterizadas por una pérdida de realidad como pueden ser los distintos tipos de psicosis como esquizofrenia o trastorno bipolar, entre otras, ya que puede cronificar sus síntomas.
Beneficios
Ayuda a superar situaciones traumáticas del pasado
Favorece el crecimiento personal
Ayuda a reconocer fortalezas y debilidades personales
Reduce miedos y sufrimientos
Libera emociones bloqueadas
Reduce el estrés
Riesgos
Cuidado con hacerlas con terapeutas que no son profesionales calificados
Puede favorecer trastornos de personalidad en determinados casos
No es magia, ni verdades reveladas
Puede cronificar padecimientos de salud mental
Puede inducir falsos recuerdos que lleven al paciente a adoptar decisiones con graves consecuencias
